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sábado, 18 de marzo de 2017

Misal Romano: Rito para la Bendición y aspersión del agua en los domingos.


Misal Romano (3ª ed.)

Apéndice II

RITO PARA LA BENDICIÓN Y ASPERSIÓN DEL AGUA EN LOS DOMINGOS

1. En el domingo, principalmente en el tiempo pascual, puede hacerse en todas las iglesias y oratorios la bendición y aspersión del agua en memoria del bautismo, en todas las misas, incluso en las celebradas en los sábados en horas vespertinas. Si el rito se celebra dentro de la misa, ocupa el lugar del acto penitencial al comienzo de la misa.

2. Después del saludo, el sacerdote, de pie en la sede, vuelto hacia el pueblo, teniendo delante el recipiente con el agua que va a ser bendecida, invita al pueblo a orar con estas o similares palabras:
Invoquemos, queridos hermanos, a Dios, Padre todopoderoso, para que bendiga esta agua, que va a ser derramada sobre nosotros en memoria de nuestro bautismo, y pidámosle que nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Dóminum Deum nostrum, fratres caríssimi, supplíciter deprecémur, ut hanc creatúram aquae benedícere dignétur, super nos aspergéndam in nostri memóriam baptísmi. Ipse autem nos adiuváre dignétur, ut fidéles Spirítui, quem accépimus, maneámus.

Después de un breve silencio, prosigue diciendo con las manos juntas:
Dios todopoderoso y eterno, que, por medio del agua, fuente de vida y medio de purificación, quisiste limpiarnos del pecado y darnos el don de la vida eterna, dígnate bendecir + esta agua, para que sea signo de tu protección en este día consagrado a ti, Señor. Por medio de esta agua renueva también en nosotros la fuente viva de tu gracia, y líbranos de todo mal de alma y cuerpo, para que nos acerquemos a ti con el corazón limpio y recibamos dignamente tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Omnípotens sempitérne Deus, qui voluísti ut per aquam, fontem vitae ac purificatiónis princípium, étiam ánimae mundaréntur aeternaeque vitae munus excíperent, dignáre, quaesumus, hanc aquam + benedícere, qua vólumus hac die tua, Dómine, communíri. Fontem vivum in nobis tuae grátiae renovári et ab omni malo spíritus et córporis per ipsam nos deféndi concédas, ut mundis tibi córdibus propinquáre tuámque digne salútem valeámus accípere. Per Christum Dóminum nostrum.
R. Amén.

O bien:
Dios todopoderoso, fuente y origen de la vida del alma y del cuerpo, bendice + esta agua, que vamos a usar con fe para implorar el perdón de nuestros pecados y alcanzar la ayuda de tu gracia contra toda enfermedad y asechanza del enemigo. Concédenos, Señor, por tu misericordia, que las aguas vivas siempre broten salvadoras, para que podamos acercarnos a ti con el corazón limpio y evitemos todo peligro de alma y cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dómine Deus omnípotens, qui es totíus vitae córporis et ánimae fons et orígo, hanc aquam, te quaesumus, + benedícas, qua fidénter útimur ad nostrórum implorándam véniam peccatórum et advérsus omnes morbos inimicíque insídias tuae defensiónem grátiae consequéndam. Praesta, Dómine, ut, misericórdia tua interveniénte, aquae vivae semper nobis sáliant in salútem, ut mundo tibi corde appropinquáre possímus, et omnia córporis animaeque perícula devitémus. Per Christum Dóminum nostrum.
R. Amén.

O bien, en tiempo pascual:
Señor, Dios todopoderoso, escucha las oraciones de tu pueblo, ahora que recordamos la acción maravillosa de nuestra creación y la maravilla, aún más grande, de nuestra redención; dígnate bendecir + esta agua. La creaste para hacer fecunda la tierra y para favorecer nuestros cuerpos con la frescura y la limpieza. La hiciste también instrumento de misericordia al librar a tu pueblo de la esclavitud y al apagar con ella su sed en el desierto; por los profetas la revelaste como signo de la nueva Alianza que quisiste sellar con los hombres. Y, cuando Cristo descendió a ella en el Jordán, renovaste nuestra naturaleza pecadora en el baño del nuevo nacimiento. Que esta agua, Señor, avive en nosotros el recuerdo de nuestro bautismo y nos haga participar en el gozo de nuestros hermanos bautizados en la Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dómine Deus omnípotens, précibus pópuli tui adésto propítius; et nobis, mirábile nostrae creatiónis opus, sed et redemptiónis nostrae mirabílius, memorántibus, hanc aquam + benedícere tu dignáre. Ipsam enim tu fecísti, ut et arva fecunditáte donáret, et levámen corpóribus nostris munditiámque praebéret. Aquam étiam tuae minístram misericórdiae condidísti; nam per ipsam solvísti tui pópuli servitútem, illiúsque sitim in desérto sedásti; per ipsam novum fodus nuntiavérunt prophétae, quod eras cum homínibus initúrus; per ipsam dénique, quam Christus in Iordáne sacrávit, corrúptam natúrae nostrae substántiam in regeneratiónis lavácro renovásti. Sit ígitur haec aqua nobis suscépti baptísmatis memória, et cum frátribus nostris, qui sunt in Páschate baptizáti, gáudia nos tríbuas sociáre. Per Christum Dóminum nostrum.
R. Amén.

3. Cuando las circunstancias locales o la costumbre del pueblo aconsejen conservar el rito de mezclar sal en el agua bendita, el sacerdote bendice la sal, diciendo:
Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que te dignes bendecir + esta sal del mismo modo que mandaste al profeta Eliseo que la arrojase al agua para remediar su esterilidad. Concédenos, Señor, que allí donde se derrame esta mezcla de sal y agua sea ahuyentado el poder del enemigo, y nos proteja siempre la presencia del Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Súpplices te rogámus, omnípotens Deus, ut hanc creatúram salis benedícere + tua pietáte dignéris, qui per Eliséum prophétam in aquam mitti eam iussísti, ut sanarétur sterílitas aquae. Praesta, Dómine, quaesumus, ut, ubicúmque haec salis et aquae commíxtio fúerit aspérsa, omni impugnatióne inimíci depúlsa, praeséntia Sancti tui Spíritus nos iúgiter custódiat. Per Christum Dóminum nostrum.
R. Amén.
Y, en silencio, pone la sal en el agua.

4. A continuación, el sacerdote toma el hisopo, se rocía a sí mismo y a los ministros, después al clero y al pueblo, recorriendo la iglesia, si le parece oportuno. Mientras tanto, se canta uno de los cantos que siguen u otro apropiado.

Fuera del Tiempo de Pascua
Ant. 1 Sal 50, 9
Rocíame con el hisopo Señor: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Aspérges me, Dómine, hyssópo et mundábor: lavábis me, et super nivem dealbábor.
Ant. 2 Cfr Ez 36, 25-26
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, dice el Señor.
Effúndam super vos aquam mundam, et mundabímini ab ómnibus inquinaméntis vestris, et dabo vobis cor novum, dicit Dóminus.
Himno Cf. 1 Pe 1: 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo a vosotros, que,mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios; para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.
Benedíctus Deus et Pater Dómini nostri Iesu Christi, qui secúndum misericórdiam suam magnam regenerávit nos in spem vivam, per resurrectiónem Iesu Christi ex mórtuis, in hereditátem incorruptíbilem, in caelis conservátam nobis in salútem témpore novíssimo revelándam!

Tiempo Pascual
Ant. 1 Cf. Ez 47, 1-2. 9
Vi agua que bajaba por el lado derecho del templo, aleluya; a todo el que llegue esta agua tendrá nueva vida y cantará: aleluya, aleluya.
Vidi aquam egrediéntem de templo, a látere dextro, allelúia; et omnes, ad quos pervénit aqua ista, salvi facti sunt, et dicent: allelúia, allelúia.
Ant. 2 Cf. Sof 3: 8; Ez 36, 25
En el día de mi resurrección, dice el Señor, aleluya; congregaré a los pueblos y reuniré a las naciones, y derramaré sobre vosotros un agua pura, aleluya.
In die resurrectiónis meae, dicit Dóminus, allelúia, congregábo gentes et collígam regna, et effúndam super vos aquam mundam, allelúia.
Ant. 3 Cf. Dan 3, 77. 79
Manantiales y cuanto vive en las aguas, cantad un himno al Señor, aleluya.
Fontes et ómnia, quae movéntur in aquis, hymnum dícite Deo, allelúia.
Ant. 4 Cfr 1 Pe 2, 9
Vosotros sois un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa, aleluya.
Vos genus eléctum, regále sacerdótium, gens sancta, virtútes annuntiáte eius, qui de ténebris vos vocávit in admirábile lumen suum, allelúia.
Ant. 5
De tu costado abierto, Cristo, brota una fuente de agua que purifica al mundo de sus pecados y renueva la vida, aleluya.
E látere tuo, Christe, fons aquae prorúmpit, quo abluúntur mundi sordes et vita renovátur, allelúia.

5. Terminado el canto, el sacerdote, de pie y de cara al pueblo, con las manos juntas, dice:
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y, por la celebración de esta eucaristía, nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Deus omnípotens, nos a peccátis puríficet, et per huius Eucharístiae celebratiónem dignos nos reddat, qui mensae regni sui partícipes efficiámur.
R. Amén.

6. A continuación, cuando está prescrito, se canta o se dice el himno Gloria a Dios.

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